Hasta la aparición del petróleo en nuestro país, la economía Venezolana se caracterizaba por ser eminentemente agropecuaria con escasa diversificación y poca participación de los sectores manufactureros, del oro, y el carbón. Esas actividades económicas, de carácter aunado a una escasa población de apenas dos millones de habitantes, en un territorio de más de un millón de kilómetros cuadrados conformaban un cuadro socioeconómico de escaso impacto en el equilibrio ambiental, que comienza a desestabilizarse en la medida en que cambia los patrones de producción y vida que incorpora la explotación petrolera en el país.
En Venezuela se inicia la explotación petrolera a partir del año 1875, después que un terremoto produce su erupción, generando petróleo en grandes cantidades, a través de unas grietas formadas por el movimiento geológico. Este movimiento se realizó en la hacienda “La Alquitrana”, en el estado Táchira, de la cual era propietario el señor Antonio Pulido, quien constituye la primera compañía petrolera en el país la cual bautizó con el nombre de “Petrolera del Táchira” y más tarde crea la primera refinería.
En 1914, se descubre el pozo Zumaque I en el campo Mene Grande en la Costa oriental del Lago de Maracaibo, que abre la perspectiva económica importante para el país. En 1926, el petróleo supera los volúmenes de exportación cafetaleras, que hasta ese entonces, seguía siendo el principal producto de exportación.
Todo este cúmulo de acontecimientos que operaron en el país a partir del desarrollo de la industria petrolera venezolana, incidieron notablemente en la problemática ambiental, particularmente porque no hubo algún tipo de planificación en función de la protección y conservación de nuestros recursos naturales, lo que progresivamente han conducido a lo que se ha calificado como crisis ecológica en nuestro país.
La crisis ambiental que actualmente padece nuestro país, y el mundo es consecuencia de la actividad irracional e inconsciente del hombre frente a su entorno y en la adopción de modelos económicos equivocados y sin sustentabilidad.
El crecimiento poblacional, el desarrollo industrial y tecnológico, la expansión urbanística, la demanda de bienes y servicios: salud, vivienda, agua, alimentos, escuelas, electricidad, cultura, empleo, e infraestructuras, además, de las acciones antropógenas: la tala, la quema, la cacería furtiva, la emisión de residuos sólidos, la contaminación atmosférica, contaminación de los cuerpos de agua, derrames petroleros, emisión de residuos tóxicos, y la deforestación, inciden directamente sobre el espacio natural, social y demás componentes.
La problemática socio-ambiental se acrecienta cada día, generando más demandas y desequilibrios ambientales.
Todas la variables anteriores, aunada al incumplimiento de las normativas legales vigentes en materia ambiental, la falta de conciencia y participación ciudadana en el reclamo de sus derechos fundamentales, protección de su hábitat y programas de educación ambiental holístico dentro del sistema formal e informal, amerita acciones contundentes adecuadas dentro del concepto del desarrollo sustentable que conduzcan hacia el equilibrio hombre-naturaleza.
Entre las principales causas de la modificación de los ambientes naturales en Venezuela, mencionamos la explotación maderera con criterios mineros lo que ha permitido la desaparición de maderas finas.
Otra causa de destrucción de nuestros bosques y su consecuente erosión del suelo en aquellas áreas inclinadas son los incendios forestales, algunos de los cuales, se producen por falta de controles de quemas en conucos y sabanas. Otra causa es el conuco de subsistencia, que ha sido una mala práctica en la distribución de la tenencia de la tierra y el dominio del latifundio en las mejores tierras de gran potencial agrícola.
En los estudios realizados por Contreras (1977), indican que:
Entre la causa que debemos precisar es la expansión en gran escala de la actividad ganadera y agropecuaria, en grandes extensiones de tierras de alto valor productivo.
Otro factor importante, en la destrucción del paisaje natural es, la expansión y ocupación de tierras de valor agrícola o en planicies inundables para el desarrollo de grandes urbanismos, ciudades e industrias, La más grave intervención humana sin duda se ubica en la región Andina, causando serios problemas de erosión del suelo. El caso del Río Chama, la cuenca del río Motatán, El Torbes, Perijá, Valles del río Yaracuy, y cuenca del Lago de Valencia, son los casos más estudiados (p, 44).
La intervención de los ambientes en Venezuela disminuye la potencialidad de sus tierras cultivables y por ende el potencial productivo del país, lo que incide en la producción de alimentos y en su economía.
A pesar de los grandes esfuerzos iniciados por la revolución Bolivariana en este campo, aplicando la ley de tierras, promulgada el año 2002, desde la ley habilitante, como política del comandante Hugo Chávez, contra el latifundio, aún persisten áreas que deben ser intervenidas para darles el adecuado uso debido a su gran potencialidad agrícola.
El ordenamiento del ambiente físico y natural sería lo apropiado para cualquier país, aunado a estudios ecológicos de los ambientes naturales que podrían ser intervenidos o no.
Todas las medidas, que puedan adoptarse en esta materia, deben ser sistematizadas y acompañadas de estrategias de educación ambiental para crear una cultura ecológica que regule las interrelaciones hombre-naturaleza.
Es menester conocer que somos parte de este sistema planetario y que los cambios climáticos globales actuales también nos involucran, por cuanto, constituimos el quinto país mayor productor de petróleo mundial, además, fuimos firmantes del Tratado de Kyoto para la reducción de emisiones tóxicas a la atmósfera y a la capa de ozono: (CO2, Metano, Clorofluorocarbonos, etc.).
Es necesario precisar, que en la medida que adoptemos adecuadas estrategias de manejo de recursos naturales, se debe involucrar a todas las personas y sectores sociales organizados, entes gubernamentales, medios de comunicación, para que generen aportes en pro de la defensa y conservación de la naturaleza.
El Cambio Climático Global.
En estos momentos se produce lo que se ha etiquetado como cambio climático, cuya característica principal es el calentamiento de la tierra. En rigor, hablar de un cambio climático para catalogar las modificaciones que hoy están ocurriendo en todo el mundo es un eufemismo, porque el término deja la impresión que esos cambios son naturales desconociendo las fuerzas sociales que la originan, además que esa noción transmite la posibilidad de adaptación, que bien visto el asunto, es una perspectiva en realidad inexistente.
Si en efecto, tuviéramos ante un cambio natural, las especies, desde el punto de vista evolutivo, tendrían que generar mecanismos adaptativos de supervivencia en su hábitat.
Tal Como lo expresa Vega (2008): Resulta mucho más apropiado de hablar de “trastorno climático” puesto que se está presentando una perturbación acelerada del clima, causada por la acción de determinadas fuerzas sociales, cuyos niveles de producción y consumo conducen inexorablemente a la catástrofe, porque las modificaciones climáticas no darán tiempo de adaptarse, sencillamente a ese ritmo significan el fin de la sociedad humana. Teniendo en cuenta los impactos negativos que las modificaciones climáticas tienen sobre las sociedades, cultura y pueblos de diversos lugares de la tierra, en forma inmediata sobre las regiones periféricas y de los más pobres, puede afirmarse que el calentamiento global se ha convertido en un arma de destrucción masiva, como se explica en los casos del tsunami del año 2.004, que azoto Indonesia, Sri Lanka, India y otros lugares de Asia (p, 251).
La Tierra Se Calienta
En el artículo publicado por Slipp (2010), en la revista fortune, manifiesta: El tema del calentamiento global está al rojo vivo. Es improbable que se llegue a un acuerdo mundial sobre qué hacer con respecto al calentamiento terrestre, pero algo si es evidente: el tema incomoda a los políticos, genera incertidumbre en los negocios y nos inquieta a todos”(David Slipp).
Uno de los principales problemas es el de las emisiones que producen el efecto invernadero (principalmente dióxido de carbono proveniente de la combustión de carbón y petróleo).La Unión Europea ha propuesto reducir las emisiones un 15% por debajo de los niveles de 1990 para el año 2010. (Fortune. No 17. 2010. P. 7). Desde 1998, los investigadores se han reunido y analizado miles de registros de temperaturas de tiempos inmemoriales. En su conjunto, la información muestra un aumento gradual de la temperatura promedio mundial. Los 11 años más calurosos del siglo han ocurrido a partir de 1980, lo que anula cualquier duda que pudiera quedar al respecto. Otros indicios delatores indican que, los niveles del mar ha aumentado entre 5 y 10 pulgadas en el último siglo. Comparando con la década de los 50s, la primavera llega hoy una semana antes en las latitudes norteñas. Los glaciales alpinos se están derritiendo. Incluso los más escépticos reconocen que la tierra se ha calentado cerca de un grado Fahrenheit desde 1850.
Tal Como lo expresa Vega (2008): Resulta mucho más apropiado de hablar de “trastorno climático” puesto que se está presentando una perturbación acelerada del clima, causada por la acción de determinadas fuerzas sociales, cuyos niveles de producción y consumo conducen inexorablemente a la catástrofe, porque las modificaciones climáticas no darán tiempo de adaptarse, sencillamente a ese ritmo significan el fin de la sociedad humana. Teniendo en cuenta los impactos negativos que las modificaciones climáticas tienen sobre las sociedades, cultura y pueblos de diversos lugares de la tierra, en forma inmediata sobre las regiones periféricas y de los más pobres, puede afirmarse que el calentamiento global se ha convertido en un arma de destrucción masiva, como se explica en los casos del tsunami del año 2.004, que azoto Indonesia, Sri Lanka, India y otros lugares de Asia (p, 251).
La Tierra Se Calienta
En el artículo publicado por Slipp (2010), en la revista fortune, manifiesta: El tema del calentamiento global está al rojo vivo. Es improbable que se llegue a un acuerdo mundial sobre qué hacer con respecto al calentamiento terrestre, pero algo si es evidente: el tema incomoda a los políticos, genera incertidumbre en los negocios y nos inquieta a todos”(David Slipp).
Uno de los principales problemas es el de las emisiones que producen el efecto invernadero (principalmente dióxido de carbono proveniente de la combustión de carbón y petróleo).La Unión Europea ha propuesto reducir las emisiones un 15% por debajo de los niveles de 1990 para el año 2010. (Fortune. No 17. 2010. P. 7). Desde 1998, los investigadores se han reunido y analizado miles de registros de temperaturas de tiempos inmemoriales. En su conjunto, la información muestra un aumento gradual de la temperatura promedio mundial. Los 11 años más calurosos del siglo han ocurrido a partir de 1980, lo que anula cualquier duda que pudiera quedar al respecto. Otros indicios delatores indican que, los niveles del mar ha aumentado entre 5 y 10 pulgadas en el último siglo. Comparando con la década de los 50s, la primavera llega hoy una semana antes en las latitudes norteñas. Los glaciales alpinos se están derritiendo. Incluso los más escépticos reconocen que la tierra se ha calentado cerca de un grado Fahrenheit desde 1850.
El Modelo de Desarrollo Sustentable.
El concepto de Desarrollo Sustentable, fue utilizado por primera vez en el reporte, denominado "Nuestro Futuro Común", publicado en 1987 por la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo, también conocida como Comisión Brundtland. En este documento se identifican los elementos de la interrelación entre ambiente y desarrollo y, se define que "el Desarrollo Sustentable es aquel que puede lograr satisfacer las necesidades y las aspiraciones del presente, sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades y aspiraciones". A su vez, se hace un llamado a todas las naciones del mundo a adoptarlo como el principal objetivo.
A raíz de ello, se desarrolló la Conferencia de las Naciones unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, más conocida como la Cumbre de La Tierra, realizada en Río de Janeiro, Brasil el año 1992. Este evento contó con la participación de 179 gobiernos democráticos y más de 100 jefes de estados, además de representantes de ONGs, movimientos sociales de mujeres y hombres, de campesinos y pueblos indígenas.
El primer principio de la Declaración de Río coloca a los seres humanos al centro de las preocupaciones relacionadas con el Desarrollo Sustentable, reconociendo el derecho de una vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza. Define la Agenda 21 como un programa de acción en todos los ámbitos que competen al Desarrollo Sustentable, considerando las dimensiones sociales y económicas, la conservación y gestión, de los recursos naturales para el desarrollo, el fortalecimiento de los grupos principales y los modos de ejecución. En este contexto, se propone que cada país elabore, anualmente, un informe nacional respecto a sus avances en lo relativo a este programa de acción, así como, constituir un ente representativo denominado Consejo de Desarrollo Sustentable, con el objeto de asegurar la participación de los grupos principales de la sociedad en los procesos de decisión relativos al Desarrollo Sustentable.
A partir de la publicación del informe del Club de Roma con el título: "Los Limites del Crecimiento", se ha desatado una serie de polémicas en relación a la función de los recursos naturales y el desarrollo.
De acuerdo con los planteamientos de Chesney (1993), al hacer referencia a modelo de desarrollo sustentable considera que:
Continuar con el desarrollo y el crecimiento económico, a la vez de tomar los recaudos necesarios para la protección del medio ambiente, y de sus recursos no renovables, nos plantea el desafío de un futuro tecnológico que se verá condicionado por estas nuevas limitaciones ambientales. Nuestra forma de vida actual debe, entonces, unirse para la protección de la naturaleza dentro de la concepción del desarrollo Sustentable. Lograr el desarrollo sustentable no es sólo cuestión científica o técnica, ni un asunto de legislación, incentivos económicos o lineamientos morales. La importancia de los cambios culturales económicos y políticos requiere del concurso del concurso de todos los grupos de la sociedad. En este panorama, la educación es el centro vital de estas ideas. Es la base para adquirir conciencia y sostener voluntades políticas, es el motor del necesario conocimiento científico y técnico y es crucial para la formación de valores, la adquisición de conocimientos, actitudes y para permitir que los ciudadanos puedan realizar su compromiso para construir un futuro sustentable.
El fundamento del desarrollo sustentable es una nueva ética basada en el respeto y la consideración a otros y para la tierra. (p. 77).
Legislación Ambiental en Venezuela
El Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (MARNR), es el ente oficial encargado de manejar las normas sobre el tema ambiental, fue creado en 1977. Fue la primera institución creada en Latino América. Actualmente, se denomina, Ministerio del Poder Popular para el Ambiente.
Según la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), con el fin de resguardar el equilibrio sociedad-ambiente, en su artículo 127, sobre los derechos ambientales, establece:
Es un derecho y un deber de las generaciones proteger y mantener el ambiente en beneficio de sí misma y del mundo futuro. Toda persona tiene derecho individual y colectivamente a disfrutar de una vida y de un ambiente seguro, sano y ecológicamente equilibrado. El Estado protegerá al ambiente, la diversidad biológica, los recursos genéticos, los procesos ecológicos, los parques nacionales y monumentos naturales y demás áreas de especial importancia ecológica. El genoma de los seres vivos no podrá ser patentado, y la ley que se refiera a los principios bioéticos regulará la materia. (Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Artículo 127).
En lo referente a los derechos ambientales, el Estado debe garantizar conjuntamente con las sociedades, un ambiente libre de contaminación, en donde el aire. Suelo, agua, el clima, la capa de ozono, las especies vivas, estén protegidas, política ambiental que va de la mano con la campaña de concienciación que desde siempre ha existido en la sociedad venezolana y que se inicia en el proceso de formación del niño, niña y adolescente.
La Educación Ambiental como una Opción
Durante siglos, la especie humana ha modificado su entorno, su hábitat para adaptarlo a sus necesidades. En la relación hombre-medio ambiente se han instituido valores que promueven una mentalidad de sometimiento del mismo, promoviendo y desarrollando normas de uso que unidas a los avances científicos y tecnológicos que han dotado al hombre de un poder enorme de impacto sobre su entorno, han condicionado su acción depredadora de este sobre el medio ambiente, cambiando las condiciones de vida del planeta y originando efectos nocivos que afectan la calidad de vida en su totalidad.
Estos problemas ambientales se originaron debido a las incompatibilidades biofísicas del entorno y las interrelaciones socioculturales actuantes sobre él.
Sabemos que las causas de los problemas ambientales son distintas, pero la falta de una cultura ambiental, lamentablemente, tiene gran incidencia en el surgimiento de los conflictos que afectan al medio ambiente.
La humanidad se encuentra en una encrucijada y constituye para ella un reto mitigar los daños causados a la naturaleza, preservar los recursos naturales y la especie humana, lo cual implica adoptar un comportamiento ético, sustentado en valores morales humanistas y ecológicos integrados en la educación ambiental.
El tema de la educación ambiental, surge a nivel internacional en el año 1972 con la Declaración de Estocolmo, la cual expresa en su principio 19 lo siguiente:
Es indispensable una labor de educación en cuestiones ambientales, dirigida tanto a las generaciones jóvenes como a los adultos y que preste la debida atención al sector de población menos privilegiado, para ensanchar las bases de una opinión pública bien informada y de una conducta de los individuos, de las empresas y de las colectividades inspiradas en el sentido de su responsabilidad en cuanto a la protección y mejoramiento del medio en toda su dimensión humana (Declaración de Estocolmo. 1972).
En los estudios efectuados por Vega (2008), relacionados con la educación ambiental considera que:
Hasta ahora la educación ambiental se ha limitado a transmitir conocimientos científicos, relacionados con los ciclos de la materia, los flujos energéticos, las reacciones químicas y biológicas y las relaciones de causa – efecto que se establecen entre todas esas cuestiones, con el objetivo de lograr cambios de actitud individual. Ha predominado una visión reduccionista, técnica y operativa de los problemas ambientales, como si el medio no hubiera sido transformado por la acción de los seres humanos y la sociedad. Con dichas orientaciones, la educación ambiental aparece como “políticamente aséptica” y “neutral”, pues no apunta al corazón del problema: la responsabilidad social del modelo civilizatorio dominante en el desencadenamiento de la crisis ambiental del planeta, lo cual apunta al estilo de vida generado por el capitalismo con sus patrones de derroche consumista de materia y energía y con la explotación de millones de seres humanos (pp. 343-344).
La Educación ambiental, aunque no es la panacea para resolver los grandes conflictos ambientales de la sociedad actual, puede considerarse como una opción en la resolución de los grandes problemas ambientales de la sociedad moderna.
La creación de una conciencia ecológica, a través, de la planificación de los programas de educación ambiental, para la sociedad, por diferentes medios formales e informales, que de una u otra manera contribuirían al cambio de actitudes de los ciudadanos y ciudadanas ante su entorno de manera positiva.
Durante los procesos de cambios protagonizados por la Revolución Bolivariana se contempla como objetivo fundamental la protección ambiental, como estrategias de políticas de Estado. Además, para ratificar el anterior objetivo, nuestra Carta Magna contempla los derechos ambientales de toda la población los cuales están claramente definidos en los artículos 127,128 y 129 respectivamente. Se trata del derecho que tiene toda la población venezolana a disfrutar de un ambiente seguro, sano, y ecológicamente equilibrado, aunado a esto, el Estado tiene la obligación de desarrollar políticas de ordenación territorial integrales atendiendo a las realidades ecológicas, geográficas, poblacionales, sociales, culturales, económicas, de acuerdo con las premisas del desarrollo sustentable, con la participación ciudadana. El estado debe proteger los ecosistemas de aquellas actividades que pudieren generar daños y acompañarlos de estudios de impacto ambiental y sociocultural.
En fin, se trata de concebir una educación ambiental como un proceso formador del hombre nuevo dentro de su medio socionatural y logre su bienestar individual y colectivo. Se trata, de una concepción de la educación ambiental holística del ser humano, inclusiva y que incorpore al individuo a su entorno ambiental global. En este sentido, la educación ambiental jugará un papel importante para la participación protagónica en la planificación, control, ejecución y transformación de los procesos productivos que le permitan al colectivo una vida sustentable.
Cultura ecológica
La concepción de una cultura ecológica implica cambios conductuales en las sociedades, los cuales deben ser compatibles y orientadas hacia la formación de una conciencia ambientalista responsable con nuestro hábitat. Esta concepción ambientalista debe ser científica, ética, de valores positivos y amigables con nuestro entorno. Se trata de concebir el ambiente en forma holística e incorporar cambios conductuales en la sociedad que permitan la participación del colectivo y de las manifestaciones de solidaridad, la tolerancia, el respeto mutuo, la justicia y equidad. En consecuencia, el desarrollo humano sustentable por medio de la cultura ecológica, favorecerá un crecimiento económico que promueva la equidad social, reconocimiento de los saberes ancestrales y que establezca una relación no destructiva con la naturaleza; permitiendo mejorar sustancialmente la calidad de vida de las comunidades.
La concepción de una cultura ecológica implica cambios conductuales en las sociedades, los cuales deben ser compatibles y orientadas hacia la formación de una conciencia ambientalista responsable con nuestro hábitat. Esta concepción ambientalista debe ser científica, ética, de valores positivos y amigables con nuestro entorno. Se trata de concebir el ambiente en forma holística e incorporar cambios conductuales en la sociedad que permitan la participación del colectivo y de las manifestaciones de solidaridad, la tolerancia, el respeto mutuo, la justicia y equidad. En consecuencia, el desarrollo humano sustentable por medio de la cultura ecológica, favorecerá un crecimiento económico que promueva la equidad social, reconocimiento de los saberes ancestrales y que establezca una relación no destructiva con la naturaleza; permitiendo mejorar sustancialmente la calidad de vida de las comunidades.
Comunicación ecológica.
(Introducción a la ecología de la comunicación-Vicente Romano-Rebelión).
“La divulgación científica, y muy en particular, la divulgación biológica, ha facilitado de modo significativo el surgimiento y difusión del ecologismo. Es cada día más evidente que la preocupación ecologista implica "la crítica de esta sociedad y el intento de identificar racionalmente los factores y agentes de una posible sociedad justa y emancipada”.
(Introducción a la ecología de la comunicación-Vicente Romano-Rebelión).
“La divulgación científica, y muy en particular, la divulgación biológica, ha facilitado de modo significativo el surgimiento y difusión del ecologismo. Es cada día más evidente que la preocupación ecologista implica "la crítica de esta sociedad y el intento de identificar racionalmente los factores y agentes de una posible sociedad justa y emancipada”.
La práctica ecologista se contrapone claramente al modo actual de producción, tan depredador tanto en lo material como en lo espiritual. Surge así la conciencia de que “la revolución social moderna sugiere puntos de vista ecologistas”.
Ahora bien, en el ámbito concreto de la ecología, el desarrollo tecnológico ha llevado a que hoy día sean los seres humanos quienes determinan su medio, la sociedad, en función de sus intereses. Su dominio de la naturaleza ha llegado a tal extremo que ya se crean entornos artificiales, eso que se denomina realidad virtual y ciberespacio.
Los seres humanos se ven obligados a adaptarse cada vez más a la técnica y no a la naturaleza.
La creciente conciencia de que la humanidad asiste a una crisis ecológica pone de manifiesto que:
1) El comportamiento antiecológico del ser humano destruye el entorno natural.
2) Las intervenciones en el medio natural tienen repercusiones sobre los seres humanos. En este sentido, el alemán Mathias Donath reivindica que, igual que se habla de Mit-Mensch, del prójimo como compañero, también habría que hablar del Mit-Welt, del mundo con el que vivimos, del mundo como compañero.
3) La relación armónica entre el ser humano y el mundo con el que vivimos requiere principios ecológicos.
Como se sabe, las intervenciones técnicas del ser humano no se limitan a la biosfera.
También afectan a la sociosfera y al ámbito de la comunicación, al medio social humano.
Las últimas innovaciones tecnológicas, eso que desde hace decenios se viene llamando Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), introducen nuevas vías de comunicación que implican cambios significativos en el paisaje comunicacional.
Las intervenciones tecnológicas en la esfera de la comunicación tienen consecuencias para los individuos y para la sociedad.
La actual reorganización de las comunicaciones, calificada incluso de "revolución comunicacional" por algunos, presenta las tendencias siguientes: 1) la sociedad dispone de más aparatos técnicos, de más comunicación técnicamente difundida y canalizada; y 2) de más información. Pero también se levantan cada vez más voces que, precisamente por eso o por el uso que se hace de esas TIC, afirman que 3) cada vez hay menos contactos personales, menos comunicación primaria, Se altera la relación entre la función informativa y la función socializadora de la comunicación. Más aparatos tecnológicos y más informaciones suelen traducirse en simple lujo de las pocas sociedades avanzadas y ricas del Primer Mundo respecto de las muchas atrasadas y pobres del Tercero. La reducción de los contactos personales, esto es, el aumento de la soledad, afecta siempre a la salud mental. De ahí la pertinencia de estudiar también la comunicación desde una perspectiva ecológica, esto es, de desarrollar una teoría ecológica de la comunicación (o una teoría de la comunicación ecológica).
En la comunicación humana no sólo interesan los aspectos cuantitativos, los valores de cambio, sino también los cualitativos, los valores de uso, los que, en última instancia, afectan la calidad de vida. La ecología de la comunicación establece así un puente entre teoría de la comunicación y ecología humana. En el fondo se trata de estudiar la relación entre medio humano interno y el medio comunicativo externo. Desde esta perspectiva cabe preguntarse : 1) Cómo quieren comunicarse unos con otros los seres humanos, qué actitud tomar ante el medio interno, social y natural. 2) Qué exigencias se derivan de esto para la organización de las condiciones tecnológicas de la comunicación. 3) Hasta qué punto es factible crear o conservar relaciones satisfactorias con el medio interno, social y natural, 4) Cuáles son las necesidades humanas de información y comunicación. 5) Cómo sensibilizar la percepción para las necesidades comunicativas, cómo orientar la acción comunicativa de modo que no sólo tenga en cuenta el aspecto tecnológico, sino también el espiritual, social y ecológico. Se afirma, con razón, que una sociedad es como se comunique. Dada la índole social del ser humano, la relación comunicativa, dialógica, con el otro es consustancial a su existencia, a su calidad de vida. Por eso, cuando la tecnología y los medios masivos sustituyen las relaciones sociales, se tiene una relación parasocial, incompleta, insatisfactoria. Se tiene entonces la comunicación paradógica de la asistencia psicológica a través de los medios, del teléfono (de la esperanza, por ejemplo), horóscopos, tarots,, etc. Por eso hay que reflexionar sobre las nuevas realidades mediales, sobre el empleo de los medios por los receptores y, viceversa, de los receptores por los medios.
De ahí que las tareas de una ecología de la comunicación estriben en: 1) Desarrollar tesis teóricas sólidas que puedan servir de principios reguladores de toda actuación comunicativa, así como de baremo para investigar las formas y sistemas de la comunicación humana. 2) Obtener conceptos prácticos para la comunicación ecológica: cómo, cuándo, dónde, por qué pueden o no pueden utilizarse las TIC a corto y a largo plazo para incrementar la calidad de vida, el bienestar del ser humano, la riqueza social. 3) Descubrir las contradicciones de los sistemas actuales de comunicaciones y apuntar vías para superarlas.
El interés ecológico de la comunicación no debe entenderse sencillamente como descriptivo. Se sustenta más bien en la sospecha de amenaza que se deriva de las experiencias efectuadas hasta ahora por la tecnología. Estas dicen que todo tipo de innovación tecnológica no sólo conlleva efectos deseados y sorprendentes. De todos es sabido que la industrialización del trabajo manual y la aplicación de la tecnología durante los últimos decenios ha llevado a la amenaza grave de la biosfera.(extracto del artículo).
La actual reorganización de las comunicaciones, calificada incluso de "revolución comunicacional" por algunos, presenta las tendencias siguientes: 1) la sociedad dispone de más aparatos técnicos, de más comunicación técnicamente difundida y canalizada; y 2) de más información. Pero también se levantan cada vez más voces que, precisamente por eso o por el uso que se hace de esas TIC, afirman que 3) cada vez hay menos contactos personales, menos comunicación primaria, Se altera la relación entre la función informativa y la función socializadora de la comunicación. Más aparatos tecnológicos y más informaciones suelen traducirse en simple lujo de las pocas sociedades avanzadas y ricas del Primer Mundo respecto de las muchas atrasadas y pobres del Tercero. La reducción de los contactos personales, esto es, el aumento de la soledad, afecta siempre a la salud mental. De ahí la pertinencia de estudiar también la comunicación desde una perspectiva ecológica, esto es, de desarrollar una teoría ecológica de la comunicación (o una teoría de la comunicación ecológica).
En la comunicación humana no sólo interesan los aspectos cuantitativos, los valores de cambio, sino también los cualitativos, los valores de uso, los que, en última instancia, afectan la calidad de vida. La ecología de la comunicación establece así un puente entre teoría de la comunicación y ecología humana. En el fondo se trata de estudiar la relación entre medio humano interno y el medio comunicativo externo. Desde esta perspectiva cabe preguntarse : 1) Cómo quieren comunicarse unos con otros los seres humanos, qué actitud tomar ante el medio interno, social y natural. 2) Qué exigencias se derivan de esto para la organización de las condiciones tecnológicas de la comunicación. 3) Hasta qué punto es factible crear o conservar relaciones satisfactorias con el medio interno, social y natural, 4) Cuáles son las necesidades humanas de información y comunicación. 5) Cómo sensibilizar la percepción para las necesidades comunicativas, cómo orientar la acción comunicativa de modo que no sólo tenga en cuenta el aspecto tecnológico, sino también el espiritual, social y ecológico. Se afirma, con razón, que una sociedad es como se comunique. Dada la índole social del ser humano, la relación comunicativa, dialógica, con el otro es consustancial a su existencia, a su calidad de vida. Por eso, cuando la tecnología y los medios masivos sustituyen las relaciones sociales, se tiene una relación parasocial, incompleta, insatisfactoria. Se tiene entonces la comunicación paradógica de la asistencia psicológica a través de los medios, del teléfono (de la esperanza, por ejemplo), horóscopos, tarots,, etc. Por eso hay que reflexionar sobre las nuevas realidades mediales, sobre el empleo de los medios por los receptores y, viceversa, de los receptores por los medios.
De ahí que las tareas de una ecología de la comunicación estriben en: 1) Desarrollar tesis teóricas sólidas que puedan servir de principios reguladores de toda actuación comunicativa, así como de baremo para investigar las formas y sistemas de la comunicación humana. 2) Obtener conceptos prácticos para la comunicación ecológica: cómo, cuándo, dónde, por qué pueden o no pueden utilizarse las TIC a corto y a largo plazo para incrementar la calidad de vida, el bienestar del ser humano, la riqueza social. 3) Descubrir las contradicciones de los sistemas actuales de comunicaciones y apuntar vías para superarlas.
El interés ecológico de la comunicación no debe entenderse sencillamente como descriptivo. Se sustenta más bien en la sospecha de amenaza que se deriva de las experiencias efectuadas hasta ahora por la tecnología. Estas dicen que todo tipo de innovación tecnológica no sólo conlleva efectos deseados y sorprendentes. De todos es sabido que la industrialización del trabajo manual y la aplicación de la tecnología durante los últimos decenios ha llevado a la amenaza grave de la biosfera.(extracto del artículo).
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