sábado, 26 de julio de 2014

Estructura de un Ecosistema Un ecosistema es una unidad ecológica que es objeto de estudio de la ecología. Esta unidad, está constituida por organismos que interactúan entre sí en la búsqueda de su equilibrio dinámico. Un Ecosistema, puede definirse como, un sistema funcional que incluye una comunidad de seres vivos y su ambiente. De acuerdo con Sarmiento (1980), el ecosistema se considera como: Una unidad ecológica definida fundamentalmente en base a su dinámica, es decir es un sistema abierto en el cual de acuerdo con un conjunto de condiciones de contorno relacionadas con la atmósfera, el sustrato, y los demás sistemas que lo rodean, se produce un continuo intercambio de energía y de materiales, con una circulación ininterrumpida a través de los distintos comportamientos funcionales que lo componen: vegetales, fauna, suelo, agua, etc. Al conjunto de estos procesos dinámicos de intercambio o de flujo dentro del ecosistema, producto a su vez de los aportes hacia los mismos y de las exportaciones desde ellos hacia el medio circundante, lo podemos denominar, por analogía con el funcionamiento de un organismo vivo, “el metabolismo del ecosistema” (p.197). Los innumerables seres vivos que componen la biocenosis están unidos por relaciones de todo tipo, entre las cuales las más importantes son las de naturaleza alimentaria y corológica, es decir, las relativas a una situación de constante lucha por los alimentos y por el espacio. Este conjunto de seres vivos interrelacionados con su hábitat, constituyen el ecosistema. La estructura de una biocenosis puede ser clasificada dependiendo de las interrelaciones alimentarias entre ellos. De esta forma, los encargados de producir y acumular la energía potencial mediante la fotosíntesis o quimio-síntesis, en forma de materia orgánica, se denominan productores, éstos representarán el punto inicial de las cadenas tróficas. Estas cadenas tróficas se interrelacionan con ciertos niveles de consumo en una serie jerarquizada, en la que podemos clasificarlas así: A.-productores (Autotrofos), son, en su mayoría, las plantas verdes que, a través, de la fotosíntesis transforman la energía luminosa en energía química potencial acumulada en compuestos orgánicos (glúcidos, prótidos, y lípidos), a partir de minerales aportados por el medio. B.-Los consumidores (Heterotrofos), que se alimentan de la materia orgánica ya elaborada. Los consumidores se clasifican de acuerdo a su posición en la cadena trófica así: a.-Consumidores de primer orden, que subsisten directamente a expensa de los productores, también se denominan herbívoros. b.- Consumidores de segundo orden, aquellos que se alimentan de los consumidores de primer orden, se denominan carnívoros. c.- Consumidores de tercer orden, quienes se alimentan de los consumidores de segundo orden, también son carnívoros. d.-Los Transformadores, aquellos que descomponen la materia orgánica muerta retornando la materia orgánica al medio inorgánico, Se llaman también saprofitos. Los consumidores de segundo y tercer orden son llamados depredadores, ya que obtienen su alimento de forma violenta, generalmente. A veces, son parásitos de animales, de vida sedentaria. Es necesario aclarar, que dependiendo de la forma, que en un momento dado una especie se alimente, podemos categorizar su posición en la cadena trófica. Es decir, si en un momento se alimenta solo de productores será consumidor primario, o si en otra ocasión se alimenta de un consumidor, tendrá categoría de consumidor secundario o terciario según el caso El Flujo de Energía en El Ecosistema De la energía solar que alcanza la superficie de la Tierra, una fracción muy pequeña es derivada a los sistemas vivos. Aún cuando la luz caiga en una zona con vegetación abundante como en una selva, un maizal o un pantano, sólo aproximadamente entra el 1% y el 3% de esa luz (calculado sobre una base anual) es utilizada durante la Fotosíntesis. Aun así, esta fracción tan pequeña puede dar como resultado la producción, a partir del dióxido de carbono (CO2), el agua (H2O) y unos pocos minerales, varios millares de gramos de materia orgánica por año en un solo metro cuadrado de campo o de bosque. Algo parecido, a un total de aproximadamente, 120 mil millones de toneladas métricas de materia orgánica por año en todo el mundo. En un ecosistema la transferencia de energía obedece a las leyes de la termodinámica. Por ejemplo, la primera ley establece que la energía puede transformarse de una forma en otra. Esto lo analizamos cuando la luz solar se transforma en alimento, debido a la fotosíntesis. Por otra parte, la segunda ley de la termodinámica indica que ningún proceso que involucre una transformación energética se presentará, a menos que se produzca una degradación de energía de una forma concentrada a otra dispersa. En el caso de los ecosistemas, parte de la energía que se disipa en forma de energía calorífica no es recuperada, lo cual no es cien por ciento eficiente. El diagrama que se observa en la figura 2, representa el flujo unidireccional de energía y reciclado de materiales que se produce en un ecosistema, donde: la producción bruta: Pb; producción neta: Pn; producción heterotrófica; Ph; y respiración: R. En un ecosistema existe una transferencia de energía de un organismo a otro de forma secuencial. Esta disposición de los organismos para alimentarse es interdependiente y se llama cadena trófica. La estructura comienza con los organismos productores (autótrofos) que transforman la energía solar en materia orgánica; y los consumidores o predadores (heterótrofos) el primer organismo es comido por el segundo; y éste por el tercero en forma sucesiva; formándose los niveles tróficos. Cierta energía y calor se disipa por la respiración. En la mayoría de los ecosistemas estas cadenas están entrelazadas formando tramas alimenticias y pirámides alimentarias.

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