Desde el Área de Agricultura y Alimentación de Amigos de la Tierra luchamos contra la entrada de los Organismos Modificados Genéticamente
(OMG) o transgénicos en nuestros campos y en nuestros platos.
Promovemos además alternativas sostenibles como la agricultura
ecológica.
Los transgénicos se obtienen mediante la ingeniería
genética que permite crear plantas, animales y microorganismos
manipulando sus genes.
Esta tecnología no es una simple extensión de la
agricultura tradicional al permitir franquear las barreras entre
especies, crea seres vivos que no podrían obtenerse en la naturaleza o
con las técnicas tradicionales de mejora genética. Además, los
conocimientos científicos actuales no son suficientes para predecir la
evolución e interacción con los otros seres vivos de estos organismos
una vez liberados al medio ambiente.
Desde su aparición en los mercados hace unos 10 años,
los cultivos y alimentos transgénicos han experimentado una rápida
expansión en un número limitado de países, pero ésta ha sido fruto de
las estrategias agresivas de la industria biotecnológica y no de beneficios derivados del uso de esta tecnología. Están
ampliamente documentados la cercanía de la industria tecnológica con
los centros de decisión política, por ejemplo en Europa.
Los impactos sobre el medio ambiente de estos cultivos son cada día más evidentes: aumento
dramático del empleo de tóxicos en el campo, desarrollo de resistencias
en insectos y malezas, contaminación del suelo, contaminación genética
de especies silvestres, exacerbación de la desaparición de biodiversidad.
También queda demostrada la extrema dificultad en proteger la
agricultura no transgénica de la contaminación por OMG donde éstos estén
cultivados y/o utilizados.
La rápida introducción de OMG en la alimentación contrasta con la escasez de estudios científicos sobre sus impactos para la salud humana.
La aparición de nuevos tóxicos en los alimentos o de nuevas alergias
son algunos de los riesgos. Y cada vez hay más evidencias de la
aparición de efectos no esperados, como el descenso de la fertilidad de animales alimentados con transgénicos.
A nivel social, muy lejos de aportar soluciones al hambre en el mundo, la introducción de la biotecnología en la agricultura incrementa las situaciones de pobreza, exclusión social e injusticia,
como se ha demostrado por ejemplo en Argentina, Brasil y Paraguay con
la soja o en la India e Indonesia con el algodón. Está claro que avanzar
hacía una agricultura más sostenible no pasa por la biotecnología y que
ésta es un instrumento para unas pocas multinacionales para hacerse con
el control de la agricultura y alimentación mundial.
Desde un punto de vista económico, los transgénicos están siendo un fracaso. Estudios de Amigos de la Tierra
demuestran que prácticas agrícolas sostenibles, como la agricultura
ecológica, estimulan en mayor medida la economía, crean empleo de
calidad en el medio rural y cuentan con el apoyo de los consumidores.
Amigos de la Tierra lleva una campaña de oposición a la
introducción de los OMG en la agricultura y alimentación desde 1998.
Esta campaña prioriza la alianza con otras organizaciones y se enmarca
en las actividades de Amigos de la Tierra Europa e Internacional.
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