La ONU celebra el Día Mundial de la Alimentación con 870 millones de hambrientos
La Organización de
Naciones Unidas (ONU) celebra el Día Mundial de la Alimentación, como lo
hace cada 16 de octubre desde 1979, pero esta vez con más personas que
pasan hambre, al menos 870 millones.
Esta cifra, según el ponente especial de la ONU para el derecho a la alimentación, Olivier De Schultter, podría ser aún más grave, pues a su juicio, de considerar el déficit de elementos esenciales para el desarrollo físico y psicológico de los niños, alcanzaría 1.500 millones de mal nutridos.
"Si midiéramos la malnutrición en lugar del hambre, no el déficit de calorías sino el de micronutrimentos esenciales para el desarrollo de los niños, como yodo, hierro, vitaminas, las cifras serían aún más considerables: pasaríamos por lo menos a 1.500 millones", ha subrayado el funcionario de la ONU.
De Schultter ha argumentado que la escalada de los precios de los productos básicos, como sucedió este verano de forma brutal, afecta en primer lugar a los más pobres, quienes se ven obligados a reducir su consumo. "No solo menos comidas, también menos diversificadas", ha determinado.
Según el presidente independiente del Consejo de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), Luc Guyau, la elevada cifra de personas que padecen hambre crónica se debe a la caída de la proporción de las inversiones agrícolas, la que ha pasado del 20% al 4% en los últimos 30 años.
Ante esta situación, los representantes de cerca de 40 países, entre ellos unos 20 ministros, se sientan hoy martes en una mesa redonda que se celebra en la sede de la FAO en Roma, la capital italiana.
Msh/nl/ab/
Esta cifra, según el ponente especial de la ONU para el derecho a la alimentación, Olivier De Schultter, podría ser aún más grave, pues a su juicio, de considerar el déficit de elementos esenciales para el desarrollo físico y psicológico de los niños, alcanzaría 1.500 millones de mal nutridos.
"Si midiéramos la malnutrición en lugar del hambre, no el déficit de calorías sino el de micronutrimentos esenciales para el desarrollo de los niños, como yodo, hierro, vitaminas, las cifras serían aún más considerables: pasaríamos por lo menos a 1.500 millones", ha subrayado el funcionario de la ONU.
De Schultter ha argumentado que la escalada de los precios de los productos básicos, como sucedió este verano de forma brutal, afecta en primer lugar a los más pobres, quienes se ven obligados a reducir su consumo. "No solo menos comidas, también menos diversificadas", ha determinado.
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Las severas inclemencias climáticas han contribuido a que el
África subsahariano siga siendo la región más afectada por el hambre,
mientras que en Asia, América Latina y Oceanía, debido a que se han
mejorado las condiciones, las cifras han tomado un ritmo contrario.
Según el presidente independiente del Consejo de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), Luc Guyau, la elevada cifra de personas que padecen hambre crónica se debe a la caída de la proporción de las inversiones agrícolas, la que ha pasado del 20% al 4% en los últimos 30 años.
Ante esta situación, los representantes de cerca de 40 países, entre ellos unos 20 ministros, se sientan hoy martes en una mesa redonda que se celebra en la sede de la FAO en Roma, la capital italiana.
Msh/nl/ab/
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