domingo, 14 de noviembre de 2010

La Crisis Alimentaria Mundial y Medio Ambiente


Por: Efrén Meléndez
Fecha de publicación: 17/10/09  


Diversas son las crisis que hasta el momento del siglo XXI la humanidad ha venido pasando. Crisis energética, climatológicas, financieras, etc, pero la crisis alimentaria actual y futura, es sumamente preocupante.
A pesar de los avances tecnológicos y la extraordinaria capacidad productiva que ha permitido triplicar el nivel de producción agrícola mundial de los años sesenta, hoy día, una de cada seis personas en el mundo, en un entorno de mil millones, no dispone de los alimentos necesarios para vivir y pasan hambre.
Según las estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), de los 1020 millones de hambrientos que hay en el mundo actualmente, 642 millones están en Asia y el Pacífico; 265 millones en África Subsahariana; 53 millones en Latinoamérica y el Caribe; 42 millones en el Oriente Próximo y Norte de África; y 15 millones en los países desarrollados.

Recientemente, El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, afirmó que “la crisis alimentaria mundial continuará hasta 2015, debido a los altos precios de los grano”.
Advierte el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas, que: “el hambre vuelve a ganar la batalla en el mundo. Manifestó la directora del PMA, Josette Sheeran, que: “el flujo de ayuda humanitaria se sitúa actualmente en “un mínimo histórico”, su nivel más bajo en 20 años.”Este año hay en el mundo más personas hambrientas que nunca”, señaló Sheeran, quien hizo hincapié en que “muchas personas se despiertan y no cuentan ni con una taza de comida”.
La vulnerabilidad de muchas personas, explicó Sheeran, se ha agravado por “dos tormentas que han coincidido y están golpeando” : la crisis financiera internacional y el encarecimiento de los alimentos”

Para Jacques Diouf, director general de la FAO, ha manifestado que: “Esta crisis silenciosa del hambre, que afecta a uno de cada seis seres humanos, supone un serio riesgo para la paz y la seguridad mundiales. Necesitamos crear con urgencia un amplio consenso para la erradicación rápida y completa del hambre en el mundo”

Diversas son las variables que inciden en la crisis alimentaria mundial. Los cambios climáticos globales, al cual los neoliberales pretenden culpar, el alza de los precios del petróleo, los precios de los alimentos, las especulaciones financieras, los agro-combustibles y la biotecnología de transgénicos, el crecimiento de la población, la deforestación, los monocultivos, son entre otros, los factores desencadenantes de esta crisis.

Pero, todas estas causas desencadenantes de la crisis alimentaria mundial y del ambiente no puede ser analizadas separadamente. Deben ser discutidas dentro de una concepción holística ya que ellas están interconectadas y son interdependientes.

La crisis alimentaria mundial y del ambiente están conexas y es consecuencia del modelo económico –social que adoptemos. El modelo unipolar del capitalismo mundial, es el gran responsable de la crisis. Esta, tiene su origen, en parte, debido al proceso de liberalización económica sufrida por las economías del Sur, y siguiendo las directrices impuestas por el Banco Mundial, del Fondo Monetario Internacional y posterior de la Organización Mundial de Comercio, han mercantilizado la producción y el acceso a los alimentos quedando éstos al albur de los avatares del mercado Internacional. Es el mercado internacional el encargado de garantizar la satisfacción de las necesidades alimentarias de la población mundial y su seguridad alimentaria.
Ese modelo Neoliberal Unipolar Capitalista de la destrucción del ambiente, ya no es posible. Ese modelo Imperialista de exclusión de los pueblos pobres del mundo es insostenible. Ese modelo Hegemónico que expropia los recursos naturales de los pueblos por la fuerza, ya es insoportable.

Ante la crisis alimentaria mundial y del ambiente, surge la necesidad de avanzar hacia un modelo de desarrollo alternativo basado en la soberanía alimentaria, definida como autonomía nacional para decidir qué se produce, qué se consume y qué se exporta, priorizando la satisfacción de la demanda alimentaria de nuestros pueblos frente a la agricultura empresarial exportadora y oligopolica.
Se trata de la construcción de un mundo pluri-polar, un mundo nuevo, de inclusión, de distribución de las riquezas naturales en forma equitativa y que satisfaga las necesidades fundamentales de los pueblos.
Estamos en la búsqueda de un nuevo mundo que se sensibilice con los pueblos oprimidos del mundo y sea la solidaridad un principio prioritario. En fin, estamos en la construcción de un polo alternativo frente la hegemonía del capitalismo mundial.
Se trata de construcción del Socialismo como modelo humanista, liberador, solidario, basado en el modelo de desarrollo sustentable, del respeto a las culturas milenarias, del uso racional de los combustibles fósiles.

Es la unidad de los pueblos que nos hará libre. Esto requiere de concretar y consolidar las relaciones internacionales de los pueblos que convergen en esta idea, y que tiene respuesta en las propuestas del comandante Chávez: UNASUR, MERCOSUR, EL ALBA, BANCO DEL SUR, ENTRE OTROS…

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