domingo, 18 de agosto de 2013

¿POR QUÉ ECOSOCIALISMO?

En nuestra opinión el ecosocialismo no es la negación sino la realización de los socialismos de "primera época" del siglo XX, en el contexto de la crisis ecológica. Como aquellos, el ecosocialismo parte de la idea de que el capital es trabajo pretérito materializado; y se fundamenta también en el desarrollo libre de todos los productores, o dicho de otra manera, en la eliminación de la separación entre los productores y los medios de producción. Esta meta no pudo ser alcanzada por el primer socialismo por razones demasiado complejas para elaborarlas aquí más allá de decir que fueron efectos de la falta de desarrollo en un contexto de hostilidad de las potencias capitalistas. Esa coyuntura tuvo muchos efectos nocivos sobre el socialismo existente, principalmente la negación de la democracia interna y la emulación del productivismo capitalista, que llevaron finalmente al derrumbamiento de esas sociedades y al desastre ecológico en esos países.

El ecosocialismo conserva las metas emancipadoras del primer socialismo y rechaza los objetivos tibios y reformistas de la socialdemocracia y las estructuras productivistas de las variedades burocráticas del socialismo. En cambio, el ecosocialismo insiste en redefinir las vías y las metas de la producción socialista en un marco ecológico, específicamente en lo que se refiere a los "límites al crecimiento" esenciales para la sostenibilidad de la sociedad. Sin embargo, esos límites no se asumen en un sentido impositivo de escasez, penuria y represión. La meta es una transformación de las necesidades y un desplazamiento profundo de lo cuantitativo a lo cualitativo. Desde el punto de vista de la producción de mercancías eso se traduce en una valorización del valor de uso frente al valor de cambio, un proyecto de largo alcance fundamentado en la actividad económica inmediata.

La generalización de la producción ecológica bajo condiciones socialistas puede abrir condiciones para la superación de las crisis actuales. Una sociedad de productores libremente asociados no se detiene en su propia democratización, sino que asume como propia la liberación de todos los seres. Y así supera el impulso imperialista subjetivo y objetivo y en la lucha por realizar esos objetivos busca superar también todas las formas de dominación, incluidas especialmente las de género y raza. Y deja atrás las condiciones que llevan a la aberración fundamentalista y sus manifestaciones terroristas. En suma, postula una sociedad mundial con un grado de armonía ecológica con la naturaleza impensable en las condiciones actuales. Un resultado práctico de estas tendencias sería, por ejemplo, la progresiva eliminación de la dependencia respecto de los combustibles fósiles que es inherente al capitalismo industrial. Esto proporciona a su vez la base material para la liberación de las zonas subyugadas por el imperialismo del petróleo y a la vez permite frenar el calentamiento atmosférico y las demás aflicciones de la crisis ecológica. Cualquiera que lea lo anterior verá en primer lugar los muchos interrogantes teóricos y prácticos que estas prescripciones plantean. Después, y eso es lo más desolador, resultará obvio lo lejos que está todo esto de la actual configuración del mundo, tanto de las instituciones que lo anclan como de la consciencia que lo expresa. No hay que insistir en ello, que es evidente para cualquiera. Pero sí insistimos en que se entienda en la perspectiva apropiada. Nuestro proyecto no es definir cada etapa del camino, pero tampoco nos rendimos frente al adversario a la vista de su fortaleza. Lo que pretendemos es desarrollar las etapas lógicas de una transformación suficiente y necesaria del orden actual y comenzar a elaborar los pasos intermedios hacia esa meta. Lo hacemos para explorar esas posibilidades y, a la vez, empezar a articular a todos los que piensan de manera similar. Si estas reflexiones tienen algún mérito, en puntos innumerables alrededor del mundo estarán germinando cooperativamente pensamientos similares y prácticas para realizarlos. El ecosocialismo será internacional y universal, o no será nada. Las crisis de nuestro tiempo pueden y deber verse como oportunidades revolucionarias, que debemos afirmar y convertir en realidad.

Publicado como editorial, con los nombres de 18 firmantes, en la revista Capitalism, Nature, Socialism - A Journal of Socialist Ecology
(http://gate.cruzio.com/~cns/backissues/cont49.html), Vol. 13(1), marzo de 2002.
Traducción de José A. Tapia Granados; revisión de Verónica Saladrigas.
http://www.manueltalens.com/lecturas/manifiesto.htm

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